Voy a hacer pausa de mi historia de groupie para platicar de mis plantitas. Hace dos años, decidí hacer lo que siempre quise hacer y por alguna razón no hacia. Una de ellas era plantar un jardín con hortalizas. Mis primeros experimentos fueron una plantita de albahaca que se convirtió en árbol y se cayó en un simulacro de huracán y una maceta con otra plantita de tomate que se convirtió en una selva de tomates cherry. Dicha selva se secó cuando fuimos el año pasado al terruño por la boda de mi cuñis, porque nadie regó a la pobre planta. Y, continuando con los experimentos, dejé que se secara para ver que pasaba. Y pasó, ahora tengo todo el patio lleno de plantas, y ya no se puede caminar, crecen por todos lados y todas dan tomatitos. Ayer corté la tercer camada para comer esta semana. Y lo mejor de todo es que sigo sin saber que hice para convertirme en el rey del tomate costeño. Mitsubichi dice que tengo "green finger" y mi madre y nacho dicen que "tengo buena mano". No estoy muy seguro de eso, pero procuro platicarles a las plantas la historia de México (ahorita voy en la Independencia) y regarlas de vez en cuando. Y cuando ando de humor les doy una podada.
Creo que es hora de pasar al siguiente nivel, y en el pedacito de jardín que queda voy a tratar con tomate guajillo y después el bola.
Cuando acabe de entender el proceso del cultivo, les mando unos tomates.
jueves, 13 de marzo de 2008
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2 comentarios:
mi jefe en el jale tiene tu misma afición por la botánica. una vez sembró tomates afuera de la oficina. creo que también eran tomates cherry porque estaban minis como cerezas. una mañana almorzamos barbacoa con una salsa preparada con esa cosecha.
No se confundan no es "green finger" tú tienes "big finger" juar juar juar juar.
Pero pus la verdad si estaban buenos tus tomates :)-
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