miércoles, 10 de octubre de 2007
La Conquista de Nuevo Orleans, hasta el jueves
El martes, tuvimos clases normales y cruda, después de celebrar la derrota de los santos.
Por la noche nos dedicamos a trabajar en el proyecto. Ese día de plano no tomamos, porque todavía traíamos suficiente alcohol en el cuerpo como para el resto de la semana.
El miércoles, fue libre, pero estuvimos todo el día en la escuela trabajando en el proyecto, y en la noche también. Pero hicimos pausa para ir a cenar con Leos, a un restaurante japonés muy chic y muy rico.
El jueves fue la presentación a las dos, no teníamos clase por la mañana, pero llegamos tempranito para poder terminar el proyecto, que acabamos como a las 3. Hicimos las presentaciones, todas muy buenas, según yo. Y por fin terminamos las clases.
Por la noche, volvimos a recorrer bourbon street, porque al parecer nos habían faltado lugares para visitar. Según José, nuestro guía guatemalteco (o algo así) nos habíamos saltado 2 lugares que era indispensable que conociéramos si estábamos en N.O. El primero, no se como se llamaba, pero vendían unas granadas bastante dulces, yo pasé, porque como buen cervecero que soy no me gusta andar mezclando licores, porque luego me emborrachan mucho. Antes de pasar al segundo sitio, a la banda le dio hambre y decidieron que un lugar perfecto para cenar seria un restaurante de comida mexicana (?????). Como yo no tenia hambre a esas horas, y menos de tacos gabachos, me lance al bar de la esquina a chutarme dos cervezas mientras oía blues. Después fue turno del Pat'Obrian y sus famosos Hurricanes. Después que la tropa se zumbó como dos garrafones de Hurricanes, siguió la fiesta en la calle. Y ahí empezó el desmadre. Unos llegaban, otros se iban, todo mundo esperaba a que estuviera todo el mundo, yo seguía tomando cervezas, parado en medio de la calle, y con ganas de entrar a un bar a oír música. Y no llegaban todos. Hasta que por fin llegaron todos con su indumentaria para pasar desapercibidos por todos. Y comienza nuevamente el desfile por todos los bares de la localidad. Y como siempre la tropa se iba perdiendo durante el recorrido, empezamos como 15 y a las doce ya eramos 10. Hasta que entendí como se perdían. A esas horas me dio hambre y me paré a comprar un gordog, con chili. Y estaba yo muy quitado de la pena, comiendo con todo el porte del mundo, cuando medio gordog se le ocurre voltearse y abrazar mi camisa. Ahí fue cuando decidí terminar la fiesta. Cuando quise ubicar a la banda para despedirme, ya no estaban. Todavía me costo 2 cervezas buscarlos sin resultado alguno, hasta que me rendí, compre otra cerveza para el camino y me fui a dormir.
Y el viernes, llegamos a las once a la escuela, nos tomamos la foto oficial toda la tropa loca, y como miles de fotos después que no fueron oficiales pero que todo mundo quería una. Después pasamos al comedor, que esa ocasión lo arreglaron por ser la entrega del diploma, nada mas pusieron manteles a las mesas y en lugar de platos y cubiertos desechables nos dieron de de veras, todo lo demás fue igual. Después de comer, los maestros se aventaron un choro final por haber terminado las clases y nos entregaron un diploma de Tulane. Todo mundo pasó y se tomó la foto con los maestros, y con el resto de la tropa loca. Y por fin habíamos concluido las clases y la escuela. Finalmente, ya podiamos tomar sin ninguna preocupación.
Ahi van unas fotos de mis compañeros....
http://www.flickr.com/photos/20381992@N05/
La Conquista de Nuevo Orleans, los dias siguientes
En fin, al día siguiente fuimos muy temprano a la escuela, 7:45 ya estaba el chencho esperando por nosotros. Llegamos a la escuela, que es idéntica a la Unacar, y nos recibió Mauricio, que es como el encargado de los programas internacionales. Nos enseño el edificio de la escuela de negocios y el salón donde tomamos las últimas dos clases.
Tuvimos clases lunes y martes de 8:00 a 17:45, y ahí mismo comíamos de 12:00 a 13:00. Voy a hacer una pausa para comentar que el horario gringo me provocó un desmadre, desayunaba temprano en el hotel, café y bagels con queso, luego a las doce, que no tenia hambre, comía y me sentía como vaca preñada, luego no me daba hambre como hasta las 23:00 pero como a esa hora ya andaba en el desmadre, terminaba comiendo pizza en cualquier bar. Bueno la cafetería y la comida estuvo muy buena, y nos trataron bastante bien.
Ya el lunes, saliendo de la escuela, llegamos corriendo al hotel a agarrar nuestras chivas para ir al partido de los Santos. El chofer que nos llevaba a la escuela, tuvo la amabilidad, no de llevarnos hasta el estadio, porque era imposible acercarse en auto, pero si de darnos un arrimada (sin albur) lo mas cerca posible (como a diez cuadras del estadio!!). Ya a pata, traíamos a 4 miembros de la tropa loca, con la finalidad de conseguir boletos de reventa, porque a la mera hora se animaron a ir. Cabe mencionar que consiguieron boletos de 30 dolarucos a nivel de cancha (mendigas!), cuando uno pagó cantidades estratosféricas para estar sentado en el techo.
Entramos al estadio, con el penacho puesto, batallamos para dar con la fila que nos tocaba. Por fin llegamos, nos acomodamos. El estadio estaba totalmente hasta el queque. Según me explicaron los que saben, los santos juegan 8 partidos, 4 de los cuales son el casa y los otros 4 de visitantes, este era el segundo juego en casa, por lo tanto toda la gabachada iba al partido. Antes de que iniciara nos empezamos a entonar con unas cheves. Muy agusto el ambiente, la tropa saco su parafernalia para pasar desapercibidos. Comienza el primer cuarto, y las cervezas siguen corriendo, hay gritos, aplausos, mentadas, de todo un poco. Termina el primer cuarto, mas cheves. Comienza el segundo cuarto, mas cheve, gritos, aplausos, pero las mentadas iban in crescendo, porque los santos son muy malitos. Se acaba el segundo cuarto. Resulta que mi amigo Leos vive en Nuevo Orleans y quedamos de vernos en el medio tiempo para saludarnos. Salimos en nuestra búsqueda y nos encontramos. Después de los merecidos abrazos y arrimones, me propone ir a buscar un lugar para fumar. Pregunta y le informan que en el piso superior se puede. Subimos, saliendo del elevador prendemos el cigarro, y en ese preciso instante aparecen dos pinches chotas. Nos pepenan y nos dicen que los acompañemos. Porque, en ese instante me enteré, que el estadio es un domo, todo cerrado, y no se puede fumar en ningún lado, aunque todos fuman. Me lleva la chingada!. Ahí vamos para abajo. Ya ni reclamar era bueno en ese momento.
A patín nos aventamos todo el estadio, que era como bajar del kilimanjaro. Llegamos al "bote", nos piden nuestros datos. Leos estaba apenado conmigo, por haber caído en el "bote" y preocupado porque le acababan de dar su residencia. Me habla un chota oscuro, y bastante lelo:
- What is your name?
- Is in my passport- Le contesto
-Yes but, what is your first name? - me dice el tintorreto con cara de no seas pendejo. En ese punto, mi brillante cerebro se ilumina.
- José- Le contesto- And my last name, Rivera.
- Ok, and what means Ene(en la fecha de nacimiento)?- Me vuelve a interrogar el chota.
- April- Le contesto tratando de no soltar una carcajada.
Después de eso, se levanta el chota, y literalmente nos da una patada en el trasero y nos saca del estadio. Ya afuera, me comunico con la tropa para que bajen mi boleto y pueda entrar nuevamente. Pero las comunicaciones por celular son malísimas. Después de un rato, bajan 3 miembros de la tropa, algo molestos, todavía sigo sin saber porqué. Y la molestia creció un poco mas, porque, el partido era tan malo, que toda la banda se estaba llendo, por lo tanto no podíamos utilizar las escaleras eléctricas, y nos la aventamos a patín. Que como decía, era como subir el kilimajaro. Ya en el nivel de nuestros asientos aviso "voy a hacer pipí, aguántenme aquí". Voy. Regreso. Nadie. Me lleva la chingada otra vez. Y pos me lanzo a buscarlos a la fila donde estábamos, que era como en la ultima loma de montaña. Nadie. Pos voy pa'bajo. Ahí me lanzo entre el mar de gringos que van de salida. Llego. Nadie. Y ora?. Otra vez mi brillante cerebro. Toda la banda de nuevo orleans salió cabizbaja y sin hacer ruido. Conociendo a la tropa loca, tienen que estar haciendo desmadre, solo es cuestión de buscar ruido. Y ahí estaban echando desmadre. Por fin.
Resulta pues, que sale tanta banda, que no hay taxis ni nada parecido para retornar al hotel. Pos camínele papá. Chíngale. Mis patas me pedían esquina y los chamorros se me estaban acalambrando después de escalar 2 veces el kilimanjaro y todavía había que caminar como de Monclova a Castaños. Pos ni pedo. Llegamos a bourbon street. 1,2,3 por mi y por todos mis amigos. A recuperar el alcohol que sudamos!!!.
Lo mas bonito de la historia fue, que mientras me llevaban al fresco, pude ver a las porristas de cerquitas (ujú!!) y los lockers de los titanes y los santos, cosa que nadie de la tropa lo pudo hacer. Solo espero que mi próximo juego de la NFL lo pueda terminar de ver completo.
martes, 9 de octubre de 2007
La Conquista de Nuevo Orleans, Día 1 Parte 2
Prácticamente en la primer noche conocimos todos los bares, y le dimos como 20 vueltas a la calle, todo amenizado por las mas extrañas bebidas alcohólicas.
Lo mas divertido de todo fue, que para pasar desapercibidos por los gringos, algunos miembros de la tropa compraron unas pelucas y disfraces muy discretos. Aunado a eso, cada vez que parábamos en un lugar de venta de bebidas, nos ponían salsa, y la tropa comenzaba a bailar. Y era de lo mas divertido porque llegaba banda de todos colores, edades y nacionalidades a vernos bailar o de plano a unirse al desenfreno.
Otra actividad característica, no solo de la primer noche, era que todos comienzan la fiesta muy acicalados y peinaditos, pero conforme pasa la noche y corre al alcohol, todo mundo empieza a perder el glamour. Se comienzan a desfajar, a desabrocharse la camisa, están todos sudados, la cara se les descompone, los ojos se les cierran, todo el glamour se va.
De los bares puedo comentar que hay unos muy buenos de blues, jazz, funk, rock, música local (como de los dukes de hazzard) country y pop.
Una de las cualidades de la tropa, que a mi a veces no me gustaba, era la habilidad para estar solamente dos canciones en cada bar y salir echos madre a seguir con el relajo en la calle, pero bueno, tienen alma intrépida y prefieren conquistar avenidas.
Otra característica de la tropa era que, podíamos empezar 15 la conquista, pero conforme pasaba la noche y entrabamos y salíamos de los bares, se iba perdiendo banda, la primer noche de 20 terminanos 6, nunca supimos donde fueron quedando los demás.
lunes, 24 de septiembre de 2007
La Conquista de Nuevo Orleans, Día 1 Parte 1
-Vámonos señora- le digo a mi amada esposa- ya tenia que estar en el aeropuerto y todavía hay que pasar por Caro.
-Yo ya estoy lista cabrón, te estoy esperando desde hace rato- me contesta con todo el amor del mundo.
Ya con las petacas a bordo, vamos por Caro. Llegamos y ella estaba igual, apenas cerrando la maleta, que cabe mencionar, era un maletón, fácil cabía yo y eso ya es mucho. Llegamos al aeropuerto y documentamos. Ahora a esperar a toda la banda, si yo creía que iba tarde, a los demás de plano les valió madres, la hora para estar en la sala de abordar era 1220 hrs., a las 1200 hrs. todavía había gente llegando bien quitada de la pena. Durante ese lapso comienzan las primeras fotos y grabaciones.
Después de las fotos y las despedidas debidas, pasamos a la sala de abordar, que tiene 2 filtros por ser vuelo al gabacho. El primer filtro es el arco y la maquina de rayos x, el segundo filtro, a escasos dos metros del primero, es un bato revisando las pertenencias de todos, que según yo ya las habían revisado con los rayos x, pero en fin, todo sea por la seguridad. Y ahí estaba yo, esperando pasar el segundo filtro cuando se me acerca un guardia y me dice:
-Pásele por acá joven.
- Como no campeón – le contesto pensando que ya podía abordar el vuelo.
- Saque todas sus pertenencias de sus bolsillos y colóquelos en la caja, quítese el cinturón y los zapatos- me dice el guardia
- ¿Y ora?? ¿Porque yo? ¿Tengo cara de delincuente?-Le pregunto
- Saque todas sus pertenencias de sus bolsillos y colóquelos en la caja, quítese el cinturón y los zapatos- me vuelve a decir el guarda pero ya medio encabronado.
Y pos empiezo a vaciarme todo y el bato a revisar todo, y nada mas veía como todo mundo seguía pasando rumbo al avión, y el problema no era ser el último realmente, sino el pinche calor que hacia en el aeropuerto. Finalmente cuando acabaron de basculearme pude abordar.
Ya cómodamente desparramado en el avión, me dispuse a leer y me quede jetón. Me platican fuentes confiables que el desmadre estuvo bueno y me lo perdí, pero en el siguiente vuelo me desquito.
Llegamos a Houston, cruzas todo el aeropuerto a pata para poder llegar a aduana. Nos dan la instrucción de pasar de dos en dos con el oficial. Nos toca una estadounidense con rasgos muy asiáticos, y el acento mas.
(favor de pronunciar el voz alta lo que lean para que entiendan)
- Güat ar lla daing jia? Güat is da parpas af yar traval?- nos pregunta la taka taka mientras toma los documentos de Jesús y se le queda viendo con cara de "¿Qué chingados me dijo esta vieja?
- Que a qué vienes inge - Le contesto yo que domino perfectamente el chainglish.
- Ah, ok. We are here for a seminar, we are studying in mexico- contesta Jesús y la taka taka se le queda viendo medio incrédula.
- Da ya estudi?
- Yes -contesta Jesús y le entrega una carta de la Universidad de Tulane, que nos dieron para el trámite.
- And, da ya wark? - Pregunta la asiática y Jesús vuelve a poner cara de "Ahora si no le entendí a esta vieja".
- Que si trabajas inge-contesto yo tan amable con siempre.
- Oh yes, I study and work
- And - ataca nuevamente la china poblana- Güat kain af wark da ya da?
- ??????- contesta Jesus, y aquí ya entro al quite porque me estaba orinando y me urgía salir de ahí.
- We are studying a master degree in business and we work for a services company, we just came to take a seminar in Tulane University.
- Ok- contesta la taka taka y sella los papeles y nos toma fotos y las huellas.
Por fin pudimos pasar, yo me seguía orinando pero tenia que ir primero por las maletas. Pinche banda se tardó como veinte minutos en vomitar todo el equipaje. De ahí vuelves a pasar a otra sala para volver a aventar las maletas. Otra vez una basculeada, vuélvete a quitar todo, incluyendo zapatos. Después de eso pude hace pipí.
En el vuelo de Houston a Nuevo Orleans, estuvo bueno el desmadre otra vez, bueno me platicaron porque me volví a jetear. Llegando al aeropuerto ya estaba un chencho esperando por nosotros para llevarnos al hotel. El registro al hotel estuvo tranquilo. Quedamos de vernos a las 9:00 pm.
Ahora si empieza el desmadre. Imagínate poner de acuerdo a 20 pelados para ver que hacer.
Primero llegaba alguna banda al lobby, luego llegan unos y se van otros, luego a donde quieren ir, ya había pasado como media hora y no se ponian de acuerdo y todavia no estaban todos. Yo fumaba y los veía ir y venir, hasta que se me acerca Gerardo y me dice:
- Porque no vamos al bar a tumbarnos las cortesías que nos dieron y luego los alcanzamos.
-Me parece ingeniero, que eso es tener visión.
Y nos fuimos al bar. Y después de ahí empezó la verdadera fiesta, que eso es tema del siguiente post.
viernes, 21 de septiembre de 2007
Agárrate New Orleans
Los últimos 28 días han sido particularmente pesados. Un accidente grave con todo y su investigación, una auditoría de seguimiento de calidad pronto y no he hecho nada, crear una empresa rentable en 20 días, dos plataformas iniciaron contrato nuevo, mas la chamba normal.
Afortunadamente mañana me voy al carajo, 10 días a New Orleans a tomar clases, embriagarme, presentar un proyecto para poder graduarme, embriagarme, conocer, embriagarme y a ver que mas sale.
Por lo pronto todavía no tengo (tenemos) el proyecto listo, ni la maleta, accesorios, cámaras, ipod, dolares, mapas, canelos, traje, nada pues. Pero las ganas de tomar no faltan y eso, creo yo, es mas que suficiente.
Voy a procurar actualizarles diario el desempeño y avance de la tropa de 20 estudiantes, oriundos de todo el país, en la conquista del gabacho.
Crucen los dedos para que no regrese katrina por la revancha. No es que tengamos miedo, ya estamos acostumbrados al agua, pero no me traje mis películas ni la nieve para aguantar otro huracán.
Se me olvidaba, el lunes nos vemos en el NFL Monday Night, New Orleans vs Titans!!
viernes, 7 de septiembre de 2007
Mi Compa Dean
Pos estaba yo a toda madre leyendo el periódico el viernes en mi oficina, cuando llega el meteorólogo, en realidad no es meteorólogo pero le entiende perfectamente a todas las gráficas y fotos del pronostico del tiempo: trayectorias, tormentas tropicales, pies de marejada, ojo del huracán, ráfagas y todas esas mamadas. Llega Mauricio (el meteorólogo) y me dice ¿Ya viste la trayectoria de Dean?- mientras entra caminando bien quitado de la pena y yo cierro la página del periódico echo madres para que no se de cuenta que me estoy haciendo guey. La verdad no, de hecho no sabia nada-le contesto. Pos ábrete la página para que lo veas. Y efectivamente venia un huracán desde el Caribe con trayectoria a partirle la madre a la península de Yucatán. Ya tuvimos una reunión ayer para ver si bajamos al personal-me dice Mauricio- Para que estés pendiente por si hay que ir a dos bocas a recoger al personal.
Ese día tenia yo una reunión muy importante con un sindicato que nos quería emplazar a huelga y luego clases, tons básicamente se me olvidó el huracán, pero el objetivo principal de Dean era pegarle de nuevo a Cancún, pos así menos me preocupé.
El sábado por la mañana la dueña de mis quincenas iba a ir al súper a comprar lo indispensable en caso de que el huracán llegara, pero, tuvo un pequeño accidente que terminó con 5 puntadas en el dedo medio de su pie izquierdo. Este es otro tema, pero si oyen que hay granadas personales distribuidas por la isla, como si fuera África, o vidrios en las albercas, no fui yo.
Total el domingo en la mañana, muy temprano, me lanzo al súper por las provisiones, pensando que si el huracán llega el martes, de seguro ya no hay nada o va a estar hasta la madre el súper. Hasta crees. El súper estaba recién surtido, y no había más que otros tres cristianos madrugados y yo (también desmañanado con lagaña en el ojo y toda la cosa). Y que empiezo a ver que compro para los días del encierro por el meteoro: palomitas para micro, nieve, verduras congeladas, gatorade en polvo, pizzas congeladas, y unas latas de atún que se me pegaron.
Luego ese mismo día, iban a evacuar al personal de plataforma por Dos Bocas, un puerto que esta a dos horas de aquí, le hablaron a Abel (mi brazo derecho, y eso que soy zurdo) para que fuera a atender y despachar al personal, pero curiosamente se sentía mal, entonces seguía yo en la lista para ir. No es que uno no quiera trabajar, pero estar 30 horas en el puerto, sin dormir, a 34 grados (de los de acá que se sienten como cien), recibiendo cabrones que se portan peor que princesitas, pos no es lo mío la verdad, pero afortunadamente logre librarla y el domingo fue básicamente solo para tirar pelota.
El lunes por la mañana, en la oficina, después de estar citado a una junta en Pemex, se retraso una hora y duró cinco minutos, el meteorólogo y su servidor, viendo que la trayectoria de mi compa Dean había cambiado de pegarle a Cancún a madrearse a Ciudad del Carmen, tomamos la decisión de decirle al personal de la oficina que el martes no había trabajo y el miércoles hablábamos para ver que hacíamos.
Llego a mi oficina para preguntarle a Abel y Betty (son los que hacen toda la chamba por mi y yo me cuelgo las estrellas) si ya estaban listos para el huracán y Abel me dice, a poco va a llegar? No he comprado nada. Me lleva. Pos lánzate a comprar palomitas para micro y nieve- le contesto- No vaya a ser que nos caiga el chahuistle y luego que haces. Luego Betty se encargó de conseguirnos agua de garrafón para todos aquí en la office, porque según las noticias de mis corresponsables en la calle, la isla era un caos.
Todas las gasolineras llenas, filas y filas de coches cerraban las calles y nadie podía avanzar, todas las tiendas y supers, llenos de gente y vacíos de comida, ya no había agua de garrafón en ningún lado. Otras calles cerradas porque el municipio estaba cortando arboles, nunca faltan los choques que también paralizan las pocas calles transitables que quedan, total, el pinche caos de todo a última hora.
Ya por la tarde, en la casa de ustedes (a ver si me ayudan con la hipoteca también) nos dedicamos a dejar todo listo.
El martes por la mañana me levanto muy temprano y me asomo por la ventana a ver como estaba el día. Pinche sol a todo lo que daba y como 30 grados. Es horrible la calma, ver el día como si nada, pero saber que al rato llega el madrazo. Y por fin, alrededor de medio día empezó a llover, y se fue la luz. Y siguió lloviendo y regreso la luz y se volvió a ir a las siete de la tarde, para enterarnos mas tarde por radio, que había sido un corte general a toda la isla de manera preventiva para evitar accidentes y regresaba al día siguiente después de medio día. ¡Me lleva la chingada!-pensé. Y le pregunto a la dueña de mis quincenas: Señora, y ahora ¿qué hacemos con las 15 películas que rentamos? ¿Y la nieve? ¿Y las verduras congeladas y las palomitas de micro y las pizzas congeladas?.- Y con toda la naturalidad y amor me contesta-Quien te manda animal.
Chingado, pos toda la tarde estuvimos leyendo y escuchando el radio, pero esta fue la mejor parte de todo el huracán. De tres estaciones de radio que hay, dos salieron del aire por antenas que se cayeron, y la única que trabajaba tuvo una “cobertura completa de la llegada del meteoro”. Aquí una lista de los comentarios que escuchamos:
- “¿A que horas va a llegar la luz?” Esto lo preguntaban cada 5 minutos y el comentarista ya lo había dicho como diez mil veces.
- “¿Vamos a poder ver La Gaviota?”
- “¿Si ustedes tienen luz nos pueden platicar el final de Juan Querendón?”
- “Oiga, nomas hablo para decirle que yo tenia en el patio dos cocodrilos pero ya no están, si alguien los ve que me avise, porque son míos.”
- Un reportero comunicándose con el conductor “El velador del domo del mar esta bien, tienen aquí todo el día, aguantando la lluvia y el viento, lo único que pide a sus patrones, que le lleven algo de comer, tiene desde las 7 am que le llevaron el desayuno y no tiene agua y comida.” Ya eran las 10 pm y el domo del mar esta en la playa!! Donde pegó más machín mi compa Dean.
- “Habla el vigilante del zoológico para ver si se pueden comunicar con el director, desde hace rato no veo a los leones, no se si todavía estén aquí”.
- “¿Ya va a llegar la luz?” Y dale.
- “Además del huracán Dean, yo tengo otro en la casa, Pancholo, niño hiperquinético sin TV y Playstation”.
- “Señor locutor, ¿nos puede pasar por el radio un pedacito de la novela?”
- Otro reportero al locutor “Te confirmo, ya no hay ni un gramo de gasolina”. ¿?????
Y así estuvimos toda la noche. A la hora de dormir un infierno, no puedes abrir las ventanas porque se mete lagua y el pinche calor estaba muy cabrón, entonces lo de dormir es literal.
Al día siguiente, de nuevo el sol, evaporando el agua, para que este todavía más húmedo el día. Nos enteramos en el radio que el presidente venia a la isla porque fue la ciudad mas afectada. Lo más cagado fue que cuando llegó, pensó encontrarse con una isla inundada totalmente, sin gente en las calles, y todo caído. Error, alguien le informó mal, nada mas estaban inundadas unas colonias (se ha inundado peor otras veces sin huracán), toda la banda ya andaba en el desmadre en la calle, tomando fotos, de compras, y solamente se cayeron unos cuantos arbolitos y postes, pero no como para ser “el municipio mas afectado”.
Y básicamente así fue como nos trato mi compa Dean, lo único malo es que la temporada de huracanes apenas comienza y a ver cuantos mas nos toca, pero no importa porque todavía tengo nieve y gatorade en polvo para aguantar lo que venga.